Las finanzas públicas tratan
sobre la estructura, y gestión, de la deuda, del gasto público, de las
herramientas e instrumentos de política fiscal y tributaria para hacer frente a
las necesidades de recursos monetarios, y financieros, requeridos por el sector
público.
Sobre todo las finanzas
públicas hacen énfasis en las distintas maneras de obtener, y en la gestión del
dinero, los recursos financieros. De igual manera es de alto interés saber, de
parte de los gobiernos, la forma en cómo se gasta, se invierte, se pierde (el
dinero) y la manera en que se rentabiliza en el mercado, en sentido general.
En ese contexto cuantificar
y/o cualificar las fuentes necesarias para obtener recursos ha sido el eje
estratégico de las finanzas públicas.
Ahora bien, por qué (¿?)
obtener dinero, recursos financieros, ha sido una latente prioridad, de parte
del Estado, vía el sistema de las finanzas públicas?
La respuesta a esta
interrogante se localiza en el interior y en el origen, patrimonial, del
Estado, en el contexto del mercado, de sus características y en la propia
estructura de las fuerzas productoras que lo integran.
Si bien es cierto, es
oportuna otra pregunta.
Surge (¿?) el Estado,
gobierno, con (los) recursos suficientes para hacer frente a sus compromisos,
de gastos..
Y, ..de (¿?) donde obtiene el
Estado sus recursos para su, mejor, desempeño administrativo, burocrático y
alcanzar sus, nobles, propósitos..
He ahí el génesis del drama y
nuestra premisa como hipótesis: la crisis financiera se origina y se incuba en
los sesgos y en el modelo de finanzas públicas originario de y en la
configuración del Estado moderno.
En cuanto al origen del
Estado, que (¿?)..
Pues bien,..el Estado surge
sin patrimonio público, propio, si vale el termino, o dicho de otra manera
sencilla, se organiza sin capital (financiero suficiente) de trabajo (inicial)
como para hacer frente al conjunto de proyectos, obras, y compromisos, entre
otras necesidades consustanciales a sus roles y sobre todo a aquellas
consignadas en el presupuesto público.
El Estado inicia su accionar
con, tan solo, el patrimonio de y el imperio de la ley, el dominio y soberanía
sobre un territorio, los bienes y riquezas ubicados en el subsuelo, y en el
abisal marino y, sobre todo, la capacidad de endeudarse consignada en su
estructura jurídica institucional.
En tanto y en virtud del
origen de sus finanzas y haciendo, buen, uso de su capacidad jurídica,
soberanía, y del imperio de la ley el Estado se vale de la figura de la ?deuda pública?
(de trasferencia, según la teoría migueliana) para crear y llenar las arcas públicas,
por demás.
El Estado (desde esta
perspectiva) vía los instrumentos de política fiscal y tributaria instituye la
figura, el sistema de endeudamiento público para de esa manera hacer frente a
la situación de iliquidez con que surge.
En ese contexto dos tipos de
deudas sirven de soporte y de ejes centrales al sistema de finanzas públicas:
a) Las deudas de
transferencia de recursos del mercado (generadores de rentas: empresas y el
sector laboral) hacia el gobierno vía los impuestos, y tasas, entre otros,
b) Las deuda prestataria
(publica), per se, vía los bonos soberanos, y los prestamos internos, y en el
mercado internacional, y la política de endeudamiento comercial a través de las
compras de bienes y servicios bajo la promesa de pago a futuro ( en el corto y
mediano plazo) entre otros..
En la medida en que la
población crece se multiplican los servicios a brindar. En ese contexto son mas
y variados los objetivos a cumplir por el Estado (moderno). Dada esta
circunstancia el aparato de gestión de gobierno se hace más complejo, lo que
por vía de consecuencia provoca cambios que generan de por sí una dinámica de
crecimiento de todo el aparato público, y con ello un incremento de y en las
necesidades financieras de todo el aparato público.
Obedeciendo a esta
perspectiva se multiplican las necesidades del Estado y por vía de consecuencia
el objetivo de procurar más recursos, por parte del gobierno, conlleva nuevas
estrategias y políticas públicas para recaudar fondos suficientes para hacer
frente a esta compleja y dialéctica fisonomía de necesidades y complejidad de
las finanzas públicas?
Se inicia, por ende, una
carrera donde el gobierno procura incrementar las tasas de los tributos, y
crear otros instrumentos tributarios.
En otro orden cuando los
ingresos tributarios son precarios, el gobierno va al mercado financiero a
coger préstamos o a emitir bonos para hacer frente a la demanda de recursos.
Toda esta situación recae, al
fin, en los actores dinámicos del mercado (los generadores de rentas: la
empresa y el sector asalariado, trabajadores) quienes se ven compelidos a
cargar con los problemas financieros del gobierno, vía los, nuevos,
instrumentos tributarios..
Ante esta problemática de
mayor y más demanda de recursos, por parte del gobierno, el mercado se
?desprende? de dinero. Esta situación provoca un déficit en el capital de
trabajo de las empresas, y la renta, neta, de los asalariados, fruto del
traslado de recursos a las arcas públicas vía los instrumentos tributarios...
Lo anterior provoca, en las
empresas, una agresiva política de créditos y empréstitos bancarios para hacer
frente a su debilitada situación financiera y a la merma de su capital de
trabajo, como consecuencia directa del incremento de la presión tributaria.
Las empresas reducen su
capacidad de financiamiento y de expansión interna por lo que pierden
competitividad en el mercado local e internacional. Se reducen sus ventas, y
sus operaciones, y se ven obligadas, por vía de consecuencia, a reducir los
salarios por el alza en uno de los factores del costo de producción, los
tributos.
El alza de los tributos para
alimentar las finanzas públicas obliga a las empresas a ir al sistema bancario.
Esto incrementa el gasto financiero, en términos corrientes, lo que a su vez
incide en la inflación interna del mercado en virtud de que la empresa traspasa
el costo tributario y bancario al consumidor vía la cadena de los precios de
los bienes y servicios que coloca en el mercado.
Lo mismo acontece con el
sector laboral que ve mermar sus ingresos por el pago de tributos, sobre la
renta personal, y por el efecto alcista que provoca en los bienes y servicios
que son a su vez afectados por el modelo de finanzas publicas.
Lo anterior genera una mayor
demanda de crédito, de parte de los ganadores de rentas fijas.
Se inicia una espiral
inflacionaria. Se reduce y se deteriora la capacidad de pago de la clase
laboral. Se reduce la demanda y el consumo de bienes y servicios en el mercado.
Las empresas ven reducir las ventas. Las finanzas públicas se ven afectadas por
la cadena. El Estado recurre a más impuestos, por un lado, coloca bonos y sale
en busca de más préstamos. Se incrementa la deuda, comercial, interna del
sector público. Y ya entramos a la cadena de la crisis financiera incubada y
generada por el modelo de finanzas públicas.
Ahora viene otra pregunta
derivada del contexto anterior.
Por que (¿?) entra en cadena
el sector público, el sector privado y los trabajadores en el mercado de y en
una crisis financiera sistémica?
Porque, en primer lugar, los
articuladores de políticas públicas (sin advertirlo los especialistas del
mercado en el sector privado) formulan y diseñan una estrategia, fallida por
demás, orientada, sin quererlo, a debilitar al sector productivo a través de la
política fiscal y tributaria, la cual se centra en el potencial de los sectores
generadores de rentas (la empresa y el trabajador) sin contar, en el análisis,
con y el impacto de las finanzas públicas (vía los impuestos) en la variable,
sensible, del costo de los factores productivos (de los bienes y servicios que
genera el mercado)..
Las finanzas públicas han
sido formuladas al margen del impacto de la política fiscal y tributaria en el
costo de los factores productivos del mercado, en la manera en cómo afectan el
capital de trabajo de la empresa y en el impacto negativo al reducir la
capacidad de compra, y de pago, de la propia empresa, y los generadores de
rentas fijas. Lo que a su vez provoca una tendencia, generalizada, de
endeudamiento entre los principales actores de las finanzas del mercado: la
empresa, los trabajadores, los capitalistas y el propio sector publico en
sentido general.
Quien desborda el entusiasmo
en la cadena de endeudamiento es el sector público, puesto que al entrar en el
mercado lo hace por vía de la transferencia de recursos de los generadores de
rentas y de bienes y servicios: la empresa y el sector trabajador.
Las finanzas públicas, de
manera histórica, han centrado su política fiscal y tributaria en transferir
recursos, provenientes del sector privado, hacia el sector publico. No ha
primado, en los planificadores gubernamentales, una estrategia centrada en la
reducción de los factores del costo de producción de bienes y servicios del
mercado (tributos, costo del dinero, costo de la energía eléctrica, expansión y
gastos operativos del sector público entre otros), y en el proceso de
investigación, desarrollo y transferencia de tecnología para hacer competitivo
nuestro mercado, promover una política pública, propositiva, de mercadeo de los
bienes y servicios.. a nivel internacional a través de la burocracia estatal.
Las finanzas públicas solo
son parte de la cadena del costo de los factores de producción del sector
privado incubando, alimentando y potencializando crisis financieras permanentes
y coyunturales.
El mercado, los capitalistas,
los inversionistas y el sector laboral demandan, por sentido de supervivencia
más que por necesidad, de cambios estratégicos en el diseño de la estructura,
en la gerencia y en la operatividad de las finanzas públicas. Estas han de ser
dirigidas hacia el mercado: la generación de riquezas y empleos productivos
sustentadas y respaldadas en políticas públicas, bien focalizadas, centradas en
la reducción de los costos de los factores de producción de los bienes y
servicios que genera y administra el mercado, en sentido general.
Una estrategia correcta, bien
puede ser, para reducir el costo operativo de los factores de producción,
aumentar la productividad y rentabilidad del sector privado e incrementar los
ingresos públicos, sin tener que elevar las tasas de los impuestos existentes y
sin crear nuevos tributos, y que sugerimos a continuación:
a) Reducir la tasa al
impuesto sobre la renta y fijarla en un 15% para todo el sector productivo y
eliminar las exenciones fiscales por concepto de este instrumento fiscal
b) Reducir la tasa del itbis
y fijarla en un 6% para todo el sector y eliminar las exenciones..
c) Reducir el coeficiente de
caja, encaje legal, bancario a un 5% y orientar la masa monetaria, liberada por
dicha medida, en el marco de un programa para financiar proyectos en los
siguientes sectores: energías alternativas, pesca, construcción y bienes
raíces, el sector artesano y metalmecánica, la pequeña y mediana industria, y
el sector agropecuario (producción con tecnología de punta bajo cielo abierto y
en aéreas protegidas)
d) Realizar ferias
(permanentes) de negocios con una tasa bancaria, no mayor de un 8%, para el
sector productivo nacional, la industria, los proyectos de energías
alternativas, la pesca, la construcción y el sector de bienes raíces, la
artesanía y la metalmecánica, la investigación, desarrollo y transferencia de
tecnología, favoreciendo a los micro, pequeños y medianos productores y a todo
el sector de las pymes
e) Promover ferias
(permanentes) de negocios, en el exterior, para la producción agropecuaria
nacional y artesanal a través del Ministerio de Relaciones Exteriores
f) Convertir al país en un
mapa, zona franca criolla, para la producción agropecuaria con tecnología de
punta, y bajo el modelo de aéreas protegidas incorporando para ello toda la
tierra ociosa en manos del sector privado y del sector público.
El nuevo modelo de finanzas
públicas ha de ser un instrumento al servicio del aparato productivo nacional..
Generar riquezas y empleos
productivos ha de ser la misión de la cadena burocrática del sector público,
del sector privado y de todas las fuerzas productivas del mercado en sentido
general.
La crisis financiera no es un
producto del sector privado, del mercado. Ella es generada e incubada por un
modelo de finanzas públicas que se resiste a evolucionar y ponerse a tono con
la misión de todo mercado: generar riquezas y empleos productivos.
Los mayores accionistas y
socios del Estado son las empresas y los generadores de rentas fijas (el sector
laboral). Ellos no pueden producir solo para traspasar sus rentas y ver reducir
el capital de trabajo,.. a través de los instrumentos tributarios de las
finanzas públicas.
Hay que potenciabilizar y
rentabilizar el mercado como prioridad de y a través de las políticas fiscales.
No se puede erigir el Estado,
y financiar al gobierno bajo un modelo de finanzas públicas entorpecedor y
encarecedor de la producción nacional.
Miguel Ángel Severino
Rodríguez
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