democracia triangulada
Hoy más que ayer
el proceso de fortalecimiento democrático requiere, a la vez que demanda, diseñar,
erigir e implementar un modelo de articulación, integración y participación
programática de y con todas las fuerzas políticas, a nivel municipal,
legislativo, y, sobre todo, del y desde el Poder Ejecutivo, el programa de
gobierno, la agenda y la estrategia de desarrollo, y la propia gestión pública
del gobierno central, y descentralizado a nivel general, respectivamente.
Esta
perspectiva holística de integración, y participación de las principales
fuerzas políticas, partidarias, en la
gestión y conducción del Estado,
a través del gobierno, compartido, ha de garantizar recuperar, y renovar la
esperanza y la confianza en y de las instituciones democráticas, los partidos,
y el liderazgo político e institucional de la nación, rezagado social, moral y
éticamente.
El modelo
político, centralizador, democrático, donde el partido ganador se alza con el
derecho, pleno, de y en la conducción, gestión, de los destinos de la nación,
reclama una mirada interiorizante y cuestionadora. Este modelo de un solo
ganador, y un solo gerente, conductor, del gobierno, ha retrasado el
fortalecimiento y sobre todo el despegue hacia el estadio del desarrollo, el
bienestar y el progreso integral de los
agentes del mercado, las entidades entramadas a las cadenas de valor del
territorio y del ciudadano, actor estratégico y central del proceso democrático
enriquecedor social, financiero, jurídico, político y patrimonial del país.
Cada cuatro
años (vía las elecciones) un partido, bajo el sistema excluyente, alcanza el Poder y en detrimento de la mayoría
y/o de la minoría, gobierna, de manera unilateral y excluyente, los destinos
nacionales a partir de su propia visión del desarrollo. De igual forma y a
través del programa de gobierno deja de lado las ideas, propuestas y proyectos,
y políticas ofertadas al electorado por las demás fuerzas políticas que
quedaron relegada por el ciudadano elector.
El presente
sistema, de un solo ganador, ha contraído, en términos históricos, una enorme deuda,
social, cuya responsabilidad recae en el Estado y los gobiernos de turno. A
esta deuda, forjada por el modelo de gestión democrática, hay sumar los
permanentes y excesivos déficits fiscales, los pasivos financieros, la inercia
de la justicia, el deterioro progresivo de la paz ciudadana. La falta de
seguridad jurídica, patrimonial, financiera y social son partes de los males
transversales del modelo democrático, tradicional, rector del presente proceso
de generación de pobres y pobreza que nos resulta vergonzoso a la luz del siglo
xxi que no ha sabido superar el modelo administrativo e institucional legado de
la ilustración.
Ha sido muy
notorio el hecho de que, durante las últimas tres décadas (3), la pobreza y los
pobrezas se han multiplicados de manera exponencial y sistemática. Por otro
lado, el descontento, la deserción y la abstención electoral se han
multiplicado como resultado de un modelo democrático, político partidario de un
solo ganador, y excluyente por demás.
Ante este
cuadro, regresivo en términos democrático e institucional, hemos tenido a bien
presentar la propuesta del modelo
democrático triangulado a partir de los ejes transversales de: liderazgo, poder y derecho, a nivel
programático e institucional. Esta visión del Estado, democrático integral y
participativo, procura promover y consagrar, por demás, un real proceso de
generación de riquezas, divisas, ingresos y empleos productivos a partir de una
alianza estratégica, permanente, de las entidades entramadas a las cadenas de
valor del territorio, los agentes económicos, la unidad productiva de la
empresa (privada, mixta, publica, y sobre todo la familia) y el ciudadano, y el
agente, actor del sector informal del mercado.
El modelo
democrático triangulado procura garantizar, entre otros nobles propósitos, que
las distintas fuerzas partidarias que, en cada certamen electoral, alcancen y/o
superen el 10% de los resultados electorales tengan derecho pleno, conforme al
% de votos obtenidos, a conformar en tanto ser parte del funcionariado
responsable de la gestión de gobierno de acuerdo a las siguientes normas:
a)
El Presidente de la Republica será el candidato
del partido que obtenga el mayor número de votos, es decir quede en primer
lugar,
b)
El Vicepresidente de la Republica lo será el
candidato del partido que quede en segundo lugar,
c)
El Ministro de la Presidencia lo será el
candidato del partido que quede en tercer lugar,
d)
El Procurador General de la República lo designará
el partido que quede en tercer lugar,
e)
El Fiscal del Distrito Nacional lo designara el
partido que quede en quito lugar,
f)
Los partidos que obtengan el 10% o más de los
votos en las elecciones presidenciales tendrán derecho a conformar y/o designar
el gabinete del gobierno central y descentralizado conforme al % obtenido en
las elecciones presidenciales.
El programa
de gobierno a ejecutar por las autoridades electas, en el marco del modelo
democrático triangulado, será el conformado e integrado por los programas de
gobierno de los partidos que quede en primer, segundo, tercer y cuarto lugar,
respectivamente, conforme a los resultados (%) electores obtenidos.
El modelo,
democrático triangulado plantea que los Gobernadores Provinciales sean
escogidos en las elecciones, conjuntamente, con los senadores y diputados de
acuerdo a los votos obtenidos por los partidos que los postulen en sus
respectivas provincias.
..en términos
históricos y sistémicos el Estado es la entidad que menos ha evolucionado en tanto
se ha mantenido desconectada del proceso de cambio y complejidad experimentado
por la ciencia, la tecnología y la sociedad en su conjunto. De igual manera el
modelo de funciones poderes del Estado, moderno, y el propio sistema
democrático partidario, el funcionariado, y los sistemas administrativos de
gestión pública no se compadecen con los reclamos de la sociedad del siglo xxi.
En tal
sentido compete a la clase intelectual reparar, a la vez que articular en tanto
sugerir los cambios del y el modelo institucional
que reclama el estadio del desarrollo abierto, participativo e incluyente.
El modelo
democrático triangulado encarna del desafío a superar por y en el presente
porvenir.
Miguel
Angel Severino Rodríguez
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