miércoles, 11 de junio de 2014

Hato Mayor, pobre, vestido de pobreza..


Las aves migran tras el cambio de estación para ir en busca de refugio seguro, alimento, o por razones de reproducción. Igual sucede con la población que migra por distintas razones: estudio, superación, o trabajo.

Nadie migra cuando todo lo que necesita para una vida plena esta en el territorio.

Por que traigo a colación el fenómeno de la migración?

Veamos.

a)     En la década del 1960 la población rural, en el país, era de un 70%  y la urbana de un 30%.
b)     A esto se suma el hecho de que en la provincia de  Hato Mayor más 50 mil personas han migrado durante los últimos años.

El primer fenómeno de la migración rural urbano no está entramado, en modo alguno, a proyecto de desarrollo tipo urbano, lo que revela, por igual, que el Estado ha carecido, históricamente, de planes, y sobre todo, de un modelo productivo rural generador de riqueza, divisas, ingresos y empleos productivos como para obstaculizar el flujo migratorio negativo rural y en su conjunto de la provincia conforme a datos arrogados por estudios realizados por la Oficina Nacional de Estadística, el Consejo Regional de Desarrollo Territorial y el comité gestor de la Agencia para el desarrollo territorial de la provincia de Hato Mayor, Adetham.

Otro dato, poco observable por los estudiosos del desarrollo, revela que en la provincia de Hato Mayor el 18% de las viviendas son de tabla de palma, en tanto que el 50% de las calles y carreteras que dan acceso a las viviendas carecen de asfalto, a la vez que un 30% de las viviendas tienen de acceso un callejón o camino sin asfalto, por igual. En la provincia menos del 20% de las viviendas tienen acceso a calles y carreteras asfaltadas.

Más del 14% de las viviendas usa lámparas de gas queroseno, en tanto el 23% usa leña para cocer los alimentos en pleno siglo xxi. El 7% de los hogares se encuentra en condiciones de hacinamiento extremo, en tanto el 52% usa letrina y un 19% ni tiene inodoro ni letrina. Por otro lado el 18% de los hogares se sirve agua potable de llave pública, el 12% de manantial o arroyo, el 16% de pozo y más de un 8% de camión tanque.

La provincia tiene 399 ciegos de un ojo, 214 ciego de los dos ojos, 275 sordos, 117 mudos, 345 con limitaciones para mover los brazos, 626 con dificultad para mover las piernas y 521 personas con deficiencia mental. Esto arroja un total de 1,479 personas con algún tipo de discapacidad.

En la provincia de Hato Mayor hay más de 1500 niños crónicamente desnutridos.

En el 63.5% de los hogares de la provincia de Hato Mayor se consideran Hogares Pobres desde la perspectiva de la calidad de la vivienda, el capital humano, la presencia de servicios básicos y la capacidad de sustento familiar.

Es importante destacar que en Mata Palacio el 91.5% de los hogares son pobres, en Yerba Buena el 83.7%, en las Cañitas el 74.5%, en Guayabo Dulce el 71.6%, en el Valle el 69.7%, en Sabana de la Mar el 61.6% y en el municipio de Hato Mayor del Rey el 54%.

No es necesario buscar responsables al presente cuadro de pobreza acumulada en cada uno de las comunidades de la provincia de Hato Mayor. Sin embargo, es más que evidente que hay que cambiar el modelo.

Ante este cuadro de miseria y de pobreza extrema que reproduce en el territorio el modelo democrático nos tiene que necesariamente llamar a una reflexión.

Que (?) hacer en tanto orientar al territorio a la vez que pedir el concurso a sus intelectuales, académicos y técnicos a la finalidad de elaborar la agenda y la estrategia de desarrollo territorial a partir de las entidades entramadas a las cadenas de valor del territorio.

Un equipo técnico trabaja en el diseño de un conjunto de ideas, perfiles, propuestas y proyectos de inversiones para encarar con éxito el desafío del presente.

Para marzo del 2015 debe estar listo, ya, la agenda y la estrategia de desarrollo territorial de la provincia.

El presente cuadro de pobreza es un reto para el presente, porvenir.



Miguel Angel Severino

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