sábado, 23 de julio de 2016

La Cepal, siete décadas después..


primero de varios artículos sobre la Cepal.


La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) es un organismo creado por  la Organización de las Naciones Unidas. Su misión, y principal tarea, ha sido la de ‘’promover el desarrollo económico y social de la región’’. Desde esa perspectiva asume el compromiso de liderar un programa de investigación y desarrollo del mercado en sentido general.

A casi siete décadas de su creación, diciembre de 1948, el legado de la Cepal, en América Latina, amerita, de parte de los estudiosos, un análisis profundo respecto a su accionar, pasado, y sobre todo de cara al presente porvenir.

Cuál ha sido el aporte de la Cepal al y en favor del estadio del desarrollo de la Región, y cada uno de sus Estados, en particular? Cuál ha sido el costo de siete décadas de ineficiencia? 

La Cepal, bajo la dirección de Gustavo Martínez Cabañas (mexicano), en calidad de Secretario Ejecutivo, diciembre de 1948 y abril de 1950, y un grupo de economistas y contadores de la Región, entre los que se destacan el argentino Raúl Prebisch, autor del libro, ‘’El desarrollo económico de América Latina y algunos de sus principales problemas’’, e Ifigenia Martínez, mexicana, tuvo a bien centralizar su trabajo en el contexto de los postulados y objetivos que dieron origen al Consejo Económico y Social (Ecosoc) y a la Organización de las Naciones Unidas.

Las crisis financieras, del siglo xx marcaron, y las necesidad de erigir un nuevo orden financiero internacional, en el contexto de los objetivos políticos y del mercado, de los Estados Unidos, y los aliados, nos dejaron una agenda y un modelo operativo a impulsar desde las organizaciones creadas para blindar el estadio del desarrollo y crecimiento del Estado posguerra.

A partir de  la década de los cincuenta la Cepal presenta una serie de reformas, económicas, a los países de la región, orientadas a la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI), de cara a impulsar un desarrollo productivo, desde el Estado, y a la vez procurar  fortalecer el aparato productivo en el contexto de la problemática del comercio internacional, y en particular desde los términos de intercambio. ‘’La reforma agraria en la zona, idea que sería fuente de inspiración para diversos gobiernos, como los de Eduardo Frei Montalva, y Salvador Allende en Chile’’, fue de uno de los programas erigidos con una obvia caracterización política e ideológica.

El ideario de la Cepal, marcado por una la influencia del pensamiento keynesiano y las escuelas historicistas e institucionalistas centroeuropeas, ajeno al estudio de la problemática regional, y de cada país en particular, constituye uno de los ejes a repensar, pues han marcado siete décadas de fracasos de las políticas y objetivos impuestos al Estado posguerra en la Región.

A siete décadas los modelos de planificación, de caracterización regional, situacional y estratégica, han fracasados. Igual destino han recorrido el modelo ministerial urbano, y los sistemas tributario, presupuestario,  y de inversión pública, respectivamente. La enorme deuda externa, e interna, y social, el déficit permanente en balanza de pago, y a nivel fiscal, y los altos índices de pobreza, rural, suburbana y urbana, constituyen la más clara y firme evidencia del precario aporte de la ONU, y sus organismos, a los países de la Región respecto a superar la crisis y salir tras el estadio del desarrollo regional y particular.

La problemática territorial, de las finanzas públicas, de la política fiscal, y de la política monetaria, bancaria y crediticia en particular, del mercado, los recursos y los agentes productivos, de la población, y los altos índices de pobreza de la familia rural urbana constituyen enormes desafíos dejados en la agenda de los problemas pendientes de abordar con sentido de eficacia, eficiencia y prontitud regional.

El carácter débil y enfermizo de los regímenes democráticos, carentes de sistemas electorales abiertos, incluyentes y garantistas, en términos políticos y ciudadanos refleja la ineficacia de la agenda regional de la ONU y de sus organismos.

El modelo de Estado posguerra, envejecido y tardío, requiere ser abordado por expertos, territoriales, a partir del concierto de debilidades y hallazgos que presentan cada uno de los países de la Región. La reforma del Estado, sus sistemas administrativos y modelos ministeriales requieren ser repensados a la luz de la sociedad del siglo xxi.

La Cepal a siete décadas de ser fundada requiere de una reingeniería prospectiva.

Miguel Angel Severino Rodríguez
Experto en reforma del Estado












martes, 5 de julio de 2016

hojas del otoño : La planificación prospectiva para el siglo xxi

hojas del otoño : La planificación prospectiva para el siglo xxi: Perspectiva general La planificación, característica de la administración pública y la gestión del Estado, es un parto histórico ...

La planificación prospectiva para el siglo xxi




Perspectiva general

La planificación, característica de la administración pública y la gestión del Estado, es un parto histórico del siglo xx. Su periplo institucional  inicia por  la antigua Unión Soviética, Europa y en los Estados Unidos en sentido general. Por lo visto, su  participación en la agenda burocrática aún no ha llegado al primer siglo de existencia. Esta, la planificación,  es una actividad, reciente y su legado digno de estudio, y, con la responsabilidad de saldar una deuda histórica con el estadio del desarrollo tardío,  y la misión de superarse a sí misma en el presente siglo xxi.

Veamos.

Los primeros planes de desarrollo, como expresión más alta del proceso de planificación, fueron diseñados en Rusia después de la I Guerra Mundial. Su periplo continúa en los Estados Unidos, durante los años treinta, de la gran depresión, bajo el gobierno del presidente Roosevelt. Su madurez le viene, a la planificación, con la aparición de la teoría del desarrollo dada en los países de la Europa Occidental a comienzo del siglo xx. La planificación desde esta perspectiva inicia, de las manos del Estado, su relación con el desarrollo.

En América Latina, mas tarde, a partir de la década los años cincuenta, la planificación llega a la  administración pública con en el Estado posguerra en el contexto de la programación económica. Su aceptación, general, en calidad de herramienta, sistémica, e instrumento para promover el estadio del desarrollo, se origina en el contexto de las resoluciones de la Carta de Punta del Este, Uruguay, 1961, y la agenda de la Alianza para el Progreso.

En el 1962 con la creación del Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES), junto a otros institutos y ministerios de planificación, la planificación ocupa la agenda del desarrollo, la administración pública, del Estado posguerra,  por toda la región. A partir de la Carta de Punta del Este, en América Latina y el Caribe, 1961 / 1963/ trece países crearon ministerios, oficinas o consejos de planificación.

La Cepal y el Ilpes, en el caso de América Latina, década de los años cincuenta, bajo el liderazgo del pensamiento estructuralista de Raúl Prebish, impulsan la planificación en el contexto y en paralelo con el proceso de industrialización, sustitución de importaciones. El Estado posguerra, y posterior a los años cincuenta, y en América Latina en especial, inicia un proceso de discusión al más alto nivel en el marco de la planificación determinística (años sesenta), tradicional, la planificación estratégica situacional maltusiana (años setenta), la planificación estratégica (años noventa), la planificación territorial (siglo xxi) y la planificación prospectiva, reciente.

Durante este periodo la planificación, del desarrollo, empezó a ser objeto de crítica, al saber que la misma era rígida, ortodoxa, y basada, por igual, en planes economicistas e incompletos, en adición a su caracterización burocrática y utópica.

En el marco de estas críticas surge la propuesta del enfoque integral de planificación a partir de los planteamientos del Instituto de Naciones Unidas para Investigación y Desarrollo Social; el cual aprueba un Plan de Acción en 1971 basado en un enfoque unificado de la planificación. “(…) se introdujo por primera vez la idea de trabajar de manera unificada considerando los aspectos culturales, sociales, educación, territorio. Asimismo se puso énfasis en la concepción de estilos de desarrollo -que tuvo un enorme impacto en América Latina-así como en las visiones de futuro como parte de este enfoque integrado”. (ONU, 1971).

Vista las crisis sociales, políticas, y de mercado, cíclicas, en  América Latina, Europa, Asia, Australia, África y Oceanía, antes y después de la teoría de la planificación del desarrollo, es pertinente reflexionar respecto a la teoría de las instituciones, a la planificación y a los sistemas administrativos del Estado urbano posguerra. Dónde ha estado la falla de la administración pública, del Estado, y de los sistemas administrativos de planificación, presupuesto e inversión pública?

La problemática, transversal, radica en el punto de partida, obviado, por los pioneros, teóricos, de la teoría del desarrollo y de la planificación. Tanto la planificación regional, determinística, la planificación estratégica situacional, la planificación estratégica como la planificación territorial (enfoque chileno y costarricense) presentan los mismos hallazgos negativos. En la planificación del desarrollo la concreción teórica sistémica, gerencial y operativa es invertida o cuando no sesgada e intermedista.

En todos los supuestos, modelos teóricos de la planificación, se trabaja en compartimento estanco. Ha dado lo mismo definir primero la estrategia, como la agenda, o las políticas públicas y en el peor de los casos la planificación ha sido erigida para sí misma o como destino, objeto de trabajo, la propia entidad rectora de su propio proceso.

Olvidan, los teóricos, que el primer estadio de la planificación es la problemática, territorial, prospectiva e interactiva del mercado, de los agentes productivos, de la administración pública y del Estado. En una segunda mirada la planificación carece de un sistema de cuentas nacionales y estadísticas que permitan medir, cuantificar, y construir los indicadores para evaluar el mercado y caracterizar el modelo y el estadio del desarrollo.

Hasta ahora hemos tenido una planificación empírica y desprovista de sistematicidad, y en el peor carente de instrumentales cuantificadores de la realidad.

En nuestro próximo artículo vamos a hablar de la estructura, del modelo, y las tareas de la planificación prospectiva, y su visión territorial e interactiva.


Miguel Angel Severino Rodríguez

sábado, 2 de julio de 2016

La regresividad del modelo tributario



Las políticas tributarias constituyen las directrices, y criterios, ideados de cara a definir e imponer la carga impositiva al mercado, con miras a suplir los recursos que requiere el Estado para financiar su acción. En el marco de la teoría política los impuestos se clasifican en impuestos progresivos y regresivos.

Es importante destacar la diferenciación de los tributos desde la perspectiva de la regresividad y progresividad, en virtud de que el gobierno ha puesto en la agenda pública el tema de la reforma fiscal. El ciudadano está muy preocupado y con razón, en virtud de que cuando el gobierno habla de reforma fiscal la opinión pública entiende reforma tributaria.  Y es peor el pánico, en virtud de que el ‘’modelo tributario’’, si vale el termino, en más de un 100% sus tributos son regresivos.

Cuál es la diferencia entre los impuestos regresivos y progresivos?

La diferencia viene dada por quienes gobiernan. A ver.

Los impuestos regresivos son aquellos que tienen una tasa, carga, fija sin importar el nivel de riqueza, patrimonio e ingreso del contribuyente. Esto implica que el que menos tiene paga igual que el de más altos niveles de rentas. Esto es una de las injusticias del modelo. Pero, es cierto que el modelo tiene impuestos progresivos? En la realidad no los hay. Toda la estructura impositiva dominicana es regresiva.

Hay varios hallazgos, negativos, que hacen regresivo a los pocos impuestos progresivos que tiene el modelo tributario dominicano (impuesto sobre la renta, impuestos sobre el patrimonio, entre otros).  Veamos.

a)      La administración tributaria desconoce los hechos que grava el sistema tributario
b)      El Estado carece de un sistema de cuentas nacionales y estadísticas
c)       La opacidad del Sistema financiero, de contabilidad, es muy alta
d)      Alta erosión , y evasión fiscal
e)      Alta tasa de exenciones y exoneraciones fiscales

Esta problemática, debilidad,  que afecta la gestión fiscal convierte a los impuestos progresivos en regresivos, pues el sector empresarial ejerce presiones para que el Estado le dé en exenciones y exoneraciones lo que pagan por concepto de los impuestos progresivos.

Los demás agentes productivos, familias, y el ciudadano, carecen de poder de veto y de negociaciones para imponer, solicitar o negociar ‘’reformas fiscales’’ silentes y extras tributarias para evadir o recuperar, de manera directa, la carga fiscal.

Otro mito que se arguye en torno a la reforma fiscal es la desigualdad del contribuyente respecto al modelo tributario a partir de la capacidad contributiva. Eliminar la desigualdad fiscal es un mito, una metáfora, una sinécdoque en materia tributaria.

El mercado es desigual por naturaleza propia. No hay dos agentes productivos con la misma capacidad, e igualdad  en recursos productivos, innovación, investigación, maquinaria, talento, producción, mercado, capital. Es un imposible la igualdad fiscal. En tal sentido el sistema de tributario reclama una reforma holística, sistema, administrativa, gerencial y del modelo y estructura tributaria, y sobre todo una reforma del lado del gasto, del tamaño del Estado, y por ultimo una reforma del mercado, con énfasis en los recursos productivos y los agentes productivos, en particular la familia, de cara a lograr crear y/o convertir a más familias en agentes productivos.

La reforma fiscal ha de iniciar por las debilidades de la administración tributarais. Es decir, eliminar las exoneraciones y  exenciones fiscales, reducir a su mínima expresión la erosión y la evasión fiscal.

En lo que refiere a la reforma fiscal del lado de los tributos el mercado sugiere reducir 5% a la tasa del impuesto sobre la renta durante tres años a partir del 2018 para situarla en un 14% para el año 2020. Reducir la tasa del Itbis en un 4% anual durante el mismo periodo para dejarla en un 6% para el 2020.

Crear el bono tributario para los agentes productivos, contribuyentes, que cumplan con sus obligaciones tributarias veinte y cuatro horas antes de la fecha de pago fijada por la norma fiscal.

Finalmente, se sugiere eliminar el anticipo al impuesto sobre la renta y a todo tributo.  Eliminar todos los tributos cuyos ingresos están por debajo del nivel de sus ingresos.

La regresividad de los tributos es administrativa y la impone la ineficiencia y la mala gestión tributaria y el poder de veto de las grandes empresas.


Miguel Angel Severino



La regresividad del modelo tributario



Las políticas tributarias constituyen las directrices, y criterios, ideados de cara a definir e imponer la carga impositiva al mercado, con miras a suplir los recursos que requiere el Estado para financiar su acción. En el marco de la teoría política los impuestos se clasifican en impuestos progresivos y regresivos.

Es importante destacar la diferenciación de los tributos desde la perspectiva de la regresividad y progresividad, en virtud de que el gobierno ha puesto en la agenda pública el tema de la reforma fiscal. El ciudadano está muy preocupado y con razón, en virtud de que cuando el gobierno habla de reforma fiscal la opinión pública entiende reforma tributaria.  Y es peor el pánico, en virtud de que el ‘’modelo tributario’’, si vale el termino, en más de un 100% sus tributos son regresivos.

Cuál es la diferencia entre los impuestos regresivos y progresivos?

La diferencia viene dada por quienes gobiernan. A ver.

Los impuestos regresivos son aquellos que tienen una tasa, carga, fija sin importar el nivel de riqueza, patrimonio e ingreso del contribuyente. Esto implica que el que menos tiene paga igual que el de más altos niveles de rentas. Esto es una de las injusticias del modelo. Pero, es cierto que el modelo tiene impuestos progresivos? En la realidad no los hay. Toda la estructura impositiva dominicana es regresiva.

Hay varios hallazgos, negativos, que hacen regresivo a los pocos impuestos progresivos que tiene el modelo tributario dominicano (impuesto sobre la renta, impuestos sobre el patrimonio, entre otros).  Veamos.

a)      La administración tributaria desconoce los hechos que grava el sistema tributario
b)      El Estado carece de un sistema de cuentas nacionales y estadísticas
c)       La opacidad del Sistema financiero, de contabilidad, es muy alta
d)      Alta erosión , y evasión fiscal
e)      Alta tasa de exenciones y exoneraciones fiscales

Esta problemática, debilidad,  que afecta la gestión fiscal convierte a los impuestos progresivos en regresivos, pues el sector empresarial ejerce presiones para que el Estado le dé en exenciones y exoneraciones lo que pagan por concepto de los impuestos progresivos.

Los demás agentes productivos, familias, y el ciudadano, carecen de poder de veto y de negociaciones para imponer, solicitar o negociar ‘’reformas fiscales’’ silentes y extras tributarias para evadir o recuperar, de manera directa, la carga fiscal.

Otro mito que se arguye en torno a la reforma fiscal es la desigualdad del contribuyente respecto al modelo tributario a partir de la capacidad contributiva. Eliminar la desigualdad fiscal es un mito, una metáfora, una sinécdoque en materia tributaria.

El mercado es desigual por naturaleza propia. No hay dos agentes productivos con la misma capacidad, e igualdad  en recursos productivos, innovación, investigación, maquinaria, talento, producción, mercado, capital. Es un imposible la igualdad fiscal. En tal sentido el sistema de tributario reclama una reforma holística, sistema, administrativa, gerencial y del modelo y estructura tributaria, y sobre todo una reforma del lado del gasto, del tamaño del Estado, y por ultimo una reforma del mercado, con énfasis en los recursos productivos y los agentes productivos, en particular la familia, de cara a lograr crear y/o convertir a más familias en agentes productivos.

La reforma fiscal ha de iniciar por las debilidades de la administración tributarais. Es decir, eliminar las exoneraciones y  exenciones fiscales, reducir a su mínima expresión la erosión y la evasión fiscal.

En lo que refiere a la reforma fiscal del lado de los tributos el mercado sugiere reducir 5% a la tasa del impuesto sobre la renta durante tres años a partir del 2018 para situarla en un 14% para el año 2020. Reducir la tasa del Itbis en un 4% anual durante el mismo periodo para dejarla en un 6% para el 2020.

Crear el bono tributario para los agentes productivos, contribuyentes, que cumplan con sus obligaciones tributarias veinte y cuatro horas antes de la fecha de pago fijada por la norma fiscal.

Finalmente, se sugiere eliminar el anticipo al impuesto sobre la renta y a todo tributo.  Eliminar todos los tributos cuyos ingresos están por debajo del nivel de sus ingresos.

La regresividad de los tributos es administrativa y la impone la ineficiencia y la mala gestión tributaria y el poder de veto de las grandes empresas.


Miguel Angel Severino



Poder Contralor

Reforma del Estado Uso de fondos y participación de los funcionarios, empleados y servidores públicos La Constitución, la nuestr...