He
revisado unas que otras conversaciones en las redes de interlocutores, de las
partes, respecto a las posibles candidaturas a Senador por la provincia de Hato
Mayor.
Unos
se quejan cuando alguien, con o sin razón, hace uso de los espacios de una
prosa quizás no menos irreverentes que la estela de miseria, pobres y pobrezas,
sobre todo, cuando las estadísticas no logran superar la realidad deprimente
que no tiene otros responsables que aquellos que pretenden prolongar mediocres desempeños
desde el congreso unos y desde otras instancias los demás.
Hato
Mayor es una de las diez provincias más pobres. Sus cifras alarmantes, sin
mentir, no logran superar la realidad. Hay más pobreza, miseria y pobres en los barrios y campos que los que cuenta la
Oficina Nacional de Estadísticas, pues estas son estáticas en tanto la realidad
dinámica. Y la pobreza, la miseria y los pobres no se paran de crecer: se
multiplican de manera exponencial.
Y
como es posible esconder la triste, mal oliente, y estercolera realidad de los ríos
Magua y España (o Paña Paña), y las cañadas, pasajeras, citadinas que recogen
cielo abierto los desechos hospitalarios, fecales y cloacales de un municipio
de una población en crecimiento fractalario por demás.
Las
fotos, de una realidad, superan las estadísticas, pues cada día, cada semana,
mas desechos hospitalarios y fecales van camino a los ríos y cañadas que cual
corredor metropolitano circundan la ciudad de Hato Mayor del Rey.
Otro
rasgo, signo, de pobreza son las faltas de pudor, ajeno, que implican las
repartideras de mochilas, cuadernos, libros, para los estudiantes y en otras
ocasiones otros tipos de reparto en los días de las madres.
Ahora
bien, cada una de estas dadivas, del erario, vienen a corroborar a las estadísticas
en la realidad de cientos de familias, pobres, que van en pos de una reparto de
lo ajeno por tarea legislativa.
Pero,
no hemos visto estos repartos para los hijos o las madres de los Barceló, los
Papaterra, los Polanco, los Corripio, los Bermúdez, los Bonetti, los Ramos (de
la Sirena), los Cuesta, los García (Ferreteria Americana). No, jamás.
Los
repartos y regalos se hacen entres los pobres y los vestidos de miseria.
Los
repartos de juguetes y mochilas, todos, son para los pobres y los afortunados
de la miseria que han multiplicado los gobiernos morados.
Las
estadísticas oficiales, de la Oficina Nacional de Estadísticas, del Ministerio
de Economía, Planificación y Desarrollo, del Ministerio de Agricultura, del
Instituto Agrario Dominicano entre otros estudios realizados por organismos
internacionales como el PNUD, el BM o el FMI no son partidarias ni políticas. Sirven
a una realidad concreta, la que miden.
No
hay dudas de que los funcionarios morados, en especial en Hato Mayor, no han están
a la altura de las circunstancias y solo salen a llevar migajas de miserias en
ocasiones donde se refleja más viva la pobreza
la miseria en cada caso.
Hato
Mayor tiene uno de los indicadores más altos en lo que respecta a familias
pobres por municipio y sus respectivos distritos municipales. En Mata Palacio más
del 92% de las familias son pobres, en Yerba Buena el 86%, en las Cañitas el
76%, y en los Hatillos el 72% de las Familias, son pobres.
En el Valle el 69.7% de las familias
son pobres, en Sabana de la Mar el 61.6%
y en el municipio de Hato Mayor del Rey el 54%, de las familias son pobres.
Y un dato muy revelador de la miseria y la pobreza lo constituye el
hecho de que en la provincia hay más de 1500 niños, crónicamente, desnutridos.
Miles de hogares de hogares (19%) carecen de inodoro y/o letrinas.
Y para concluir más de 100 mil hateros viven fueran del territorio en un
exilio forzado por la miseria y la pobreza generalizada.
Una provincia donde más del 52% de los hogares usa letrinas, en pleno siglo
xxi, revela, por sí solo, el descuido y la falta de atención de las autoridades
nacionales y locales. En estos el Senador es un actor comprometido y
responsable, por demás, del estadio de la miseria que pulula por doquier.
Y qué decir respecto a que más del 90% de los solares urbano y las
tierras con vocación agrícola no tienen título de propiedad?
No hay mano de obra especializada en más del 90% de las familias en
tanto carecen de capital para constituir Unidades Productivas con miras a salir
del estadio de la pobreza.
El senador y dos o tres académicos sí que juegan a la politiquería barata
al querer compartir sus culpas y desconocer sus responsabilidades ante este
cuadro de pobreza que presenta la provincia de Hato Mayor durante las últimas
dos décadas.
Ya el pueblo de Hato Mayor despierto los oídos tiene, buena vista y voz
para denunciar a los actores, baratos de la demagogia, de la politiquería y el engaño
ciudadano.
El país tiene que cambiar y empecemos por Hato Mayor.
Hato Mayor merece lo mejor.
Miguel Angel Severino
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