La Mesa Técnica Agropecuaria, del
Consejo Regional de Desarrollo Territorial, en el marco de la agenda y la
estrategia regional de desarrollo trabaja con miras a presentar al superior
gobierno la creación del Instituto de Desarrollo Rural Territorial.
El Instituto de Desarrollo
Territorial es un aporte de las discusiones, dadas en el seno de la Mesa Técnica
Agropecuaria, a partir de la celebración del I Congreso Regional de Desarrollo
Territorial celebrado el domingo 05 de diciembre, 2012, en Rancho del Rey, Sabana de la Mar, provincia
de Hato Mayor.
El Instituto de Desarrollo Rural
Territorio es un presupuesto institucional ideado, por la Mesa Técnica Agropecuaria, con miras a ejecutar el modelo productivo de finca,
aldea, agropecuario eco turístico entramado a las cadenas de valor agregado del
territorio, y a mercado seguro y en términos financiero y costosiano rentable
por demás.
El referido modelo productivo aldea
rural eco turístico es un concepto de urbanización, moderno, amigable con el medio ambiente, y el entorno
natural, a la vez que está llamado a hacer de la vida en el campo un sistema de
desarrollo integral rural urbano sostenible en el tiempo.
Esta propuesta técnica rural urbana procura
desarrollar sendos proyectos agropecuarios para los ingenieros agrónomos, veterinarios,
y todos los demás técnicos y profesionales relacionados con el quehacer
agropecuario nacional. Los profesionales y étnicos agropecuarios estarán integrados
a las tareas productivas, desde una perspectiva pedagógica, la cual procura
integrar a los parceleros de la antigua reforma agraria a un plan y programa de
capacitación y formación integral, agropecuario permanentes.
La aldea eco turística, a partir de
la producción agropecuaria, integra un concepto rural urbano de características
desarrollistas integrando servicios, confort de la vida urbana moderna con el
acento de cada una de las estaciones del año; invierno, primavera, verano y otoño.
El Instituto de Desarrollo Rural
Territorial contempla la creación de la escuela nacional de desarrollo
rural. La referida escuela estará integrada
por sendos programas de artesanía rural, danza, música, teatro, literatura, pesca,
apicultura, agrícola, pecuaria, industrial y técnico vocacional, entre otros.
Un centro tecnológico, de
convenciones, y de comercialización, así como una cooperativa de desarrollo
completan el entramado organizacional del referido proyecto de desarrollo
rural, en calidad de entidad rectora y central del proceso de generación de
riqueza, divisas, ingresos y empleos productivos desde una perspectiva rural
urbana.
La pesca, la apicultura y la pintura
constituyen ejes transversales de una propuesta innovadora que está llamada a
crear un nuevo modelo de desarrollo urbano teniendo como punto de partida lo
rural, puro y simple.
Una red de Mercado de carácter nacional
e internacional coloca al Instituto de Desarrollo Rural Territorial en la ruta
hacia el estado del desarrollo. No es posible ir tras el desarrollo sin contar
con una política de mercado seguro entramada al sector turístico y al mercado
de los países de procedencia de quienes nos visitan en busca de solaz y
esparcimiento.
Vincular el turismo, el turista, y
el mercado internacional con miras a colocar la producción agropecuaria,
artesanal, agroindustrial es de vital importancia para sacar de la pobreza a más
de un millón de dominicanos en la próxima década desde el Instituto de
Desarrollo Rural Territorial.
Es importante acotar que el
Instituto de Desarrollo Rural Territorial no podrá ser exitoso si no hay una decisión,
firme, y sobre todo voluntad política a fin de dar al traste con el problema de
la titulación de las tierras del Estado, perteneciente al Instituto Agrario
Dominicano, la municipalidad, comunera, Bienes Nacionales y del Consejo Estatal
del Azúcar.
El mero hecho de que más del 90% de
las tierras pertenecientes a la reforma agraria está abandonada y/o en manos de
terceros, terratenientes, es más que suficiente para poner fin al capítulo de
la reforma agraria y cerrar al Instituto Agrario Dominicano.
Hoy por hoy la reforma agraria se ha
convertido un negocio inmobiliario rural de bajo perfil moral.
Ante esta problemática multiplicadora
de miseria, pobre y pobreza se impone una reflexión. Y más que una reflexión es
pertinente pedir a gritos al Estado dar
un paso en la dirección deseada a la vez que prestar un servicio y
resarcir la deuda social y moral contraída con el campesino dominicano.
No hay tiempo que perder.
Se impone la creación del Instituto de Desarrollo
Rural Territorial.
Hoy más que ayer, el desarrollo
territorial es el desafío a superar y a la vez un reclamo de la sociedad del
siglo xxi.
Miguel Angel Severino
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