Si
bien es cierto que la democracia directa fue una invención griega, no es menos
cierto que el modelo republicano, democracia representativa, es una creación de
los romanos. Hoy por hoy es justo reconocer que en ambos casos, modelos, hay un
ausente cotidiano: el ciudadano.
La
Republica como sistema político, el Estado, encarnación del poder soberano, y
el gobierno, actor gestor del segundo, tienen el factor institucional como común
denominador. Es decir, son propuestas, sistémicas, centradas en las
organizaciones desde una perspectiva institucional, pura y simple. En ellas el
ciudadano no ha sido descubierto a la vez que sigue relegado a un tercer
estadio, plano.
Desde
la perspectiva del Estado moderno la municipalidad no es la excepción a la
regla. En ella el ciudadano no ha tenido el entramado institucional que lo
coloque en primer plano. Este hallazgo, negativo, respecto al actor principal
de la territorialidad, ciudadana, preocupa a la teoría del Estado ciudadano,
severiano.
La
deuda social contraída por el Estado moderno es enorme.
Y
es que hoy estamos tan lejos como, ayer, distantes del estadio superior del
desarrollo, del crecimiento, del progreso y del bienestar ciudadano. La pobreza,
la miseria y los pobres los multiplicas el estado de cosas, atraso, del modelo
de Republica, el Estado, el gobierno, y la municipalidad. Todos centrados en
los ejes transversales de la teoría y los sistemas administrativos, en especial
al entramado organizacional, de dirección y de puestos que la administración científica
ha diseñado en calidad de modelos
institucionales centrados en la organización.
Del
modelo institucional, organizacional, del Estado, gobierno, hemos pasado sin éxitos
al modelo periférico comunitario. Las Juntas de Regantes, de Vecinos, comunidad
de padres y amigos de la escuela, patronato de desarrollo local. Sin embargo, no
hemos podido avanzar hacia el estadio superior del desarrollo centrado en un
proceso real de generación de riquezas, divisas, ingresos y empleos
productivos.
El
desorden rural urbano de nuestra territorialidad es patético.
Pero,
como (¿) abordar la problemática, excluyente, que nos deja el modelo de Estado,
gobierno y municipal obsoleto, a la vez envejecido en sí mismo y que no ha
podido evolucionar con el tiempo, y acorde con la problemática que el proceso
de crecimiento y complejidad experimentado por la ciencia, la tecnología, la
sociedad, y el propio Estado moderno nos plantea.
Tres
son los factores, problemas, a superar.
El
sistema presupuestario, publico, el sistema de planificación e inversión pública,
y el entramado organizacional territorial legislativo y municipal.
Veamos.
El
ciclo presupuestario se gesta a nivel de la burocracia sectorial, la oficina
nacional de presupuesto, el ministerio de economía, planificación y desarrollo
y el ministerio de hacienda respectivamente. En modo alguno el sistema no toma
en cuenta, a la vez que no se inicia en el territorio, en la municipalidad como
plantea la teoría severiana de la democracia triangulada.
La
alcaldía territorial plantea en tanto hace de la municipalidad el eje, ciclo,
inicial del modelo presupuestario severiano a partir de la problemática local
entramada a las entidades vinculadas a las cadenas de valor del territorio.
La
alcaldía territorial estará integrada por un Alcalde Territorial escogido por el
conjunto de entidades entramadas a las cadenas de valor del territorial.
Desde
esta perspectiva el sector turístico, el sector de la construcción, el sector
pesquero, el sector deportivo, el sector ferretero, el sector gremial a nivel
profesional, entre otros, escogerán, cada uno, el Alcalde Territorial, quien ha
de representar a su respectivo sector. Un estudio respecto a conocer y estudiar
los principales 10 problemas que constituyen los obstáculos en la ruta hacia el
estadio del desarrollo deberá preceder a la asamblea constitutiva de la Alcaldía
Territorial en cada municipio.
Esta
herramienta de trabajo, concertado, y en equipo ha de permitir un mayor nivel
de participación, discusión y diagnostico respecto a la problemática municipal,
al presupuesto de soluciones, posibles, y a trabajar respecto a la racionalidad
de los recursos a asignar para cada caso en particular.
La
Alcaldía Territorial, por otro lado, representa un puente directo y
representativo no solo a nivel del proceso de delegación y la
representatividad, delegada, del modelo republicano, sino que integra al
ciudadano al proceso de conocimiento, discusión y toma decisional en cada caso.
Los
Alcaldes municipales y los regidores, a partir de la Alcaldía Territorial,
actuaran por delegación directa de las asambleas territoriales.
La
Alcaldía Territorial es una herramienta de poder ciudadano.
Volveremos
sobre el tema..
Miguel
Angel Severino Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario